Hoy celebramos que Albiral Display Solutions ha obtenido 33 patentes y modelos de utilidad validados en varios países. Es una cifra importante para una empresa pequeña como la nuestra: ¡tenemos una innovación por trabajador! 
La creatividad es la madre de la invención y no consiste en ser el primero o el único al que se le ocurre una idea, sino en conectar ideas. Y aunque su proceso puede funcionar de diferentes maneras, estos son los pasos básicos comunes: preparación, incubación, iluminación y puesta en práctica. La verdad es que las ideas no surgen en un vacío intelectual. Si queremos que a nuestros cerebros se les ocurran conceptos innovadores, necesitamos alimentarlos con materiales con los que trabajar; necesitamos reunir información, necesitamos sumergirnos en el tema y necesitamos preparar un entorno en el que puedan crecer las ideas. Esta información puede venir de hablar con clientes, de visitar exposiciones, de hablar con colegas, de explorar lo que hacen otros fabricantes y socios. Necesitamos identificar una necesidad y tener curiosidad por saber cómo resolverla. Es el momento de investigar, hablar y aportar ideas.
El paso de incubación es realmente importante y suele funcionar a nivel subconsciente. Es el momento de examinar lo que hemos aprendido observando los hechos desde distintos ángulos y experimentando encajando varias ideas. Necesitamos sintetizar y empezar a construir una creación e incluso puede que tengamos que alejarnos de nuestras ideas y hacer otra cosa: dar un paseo, leer un libro, escuchar música, hacer otras cosas productivas, para poder volver más tarde con la mente más fresca.
La iluminación es el nombre científico de ese clásico momento «¡ajá! Estás como: «¡Dios mío! ¡Ésa es la idea! Lo oscuro se vuelve claro. Y ocurre que ese momento llega inesperadamente. De repente, ¡vemos claramente cómo debería ser el producto! Lo lamentable de la iluminación es que a menudo llega en el momento más inoportuno: en medio de una reunión importante, en medio de una presentación, mientras caminamos, conducimos o incluso en la ducha. La puesta en práctica es cuando iniciamos el proceso de transformar los pensamientos en productos finales; la idea ve la luz del día. Para que la creatividad llegue al mercado, tenemos que pensar en los usuarios y elaborar nuestro mensaje o idea; tenemos que comprobar si nuestra solución es satisfactoria y, si no lo es, volver al principio.