Pensar. Hablando. Caminando. Estas funciones humanas básicas están inextricablemente unidas entre sí a lo largo de la historia. Es una experiencia humana fundamental que necesitemos movernos, viajar e inspirarnos para descubrir cosas nuevas. El hecho es que caminar potencia enormemente el pensamiento creativo. Sólo con la llegada de la expansión de las ciudades, con los modernos edificios de oficinas, las reuniones, tal como las conocemos, evolucionaron hacia reuniones en torno a mesas, con los participantes sentados en sillas. Ahora, con los cambios en nuestra sociedad, muchos de estos principios se están volviendo redundantes a medida que la idea tradicional de la oficina y su lugar de trabajo se desintegra debido al aumento de la movilidad, las tecnologías personalizadas y una creciente atención a nuestro bienestar humano.
Pero, ¿qué hay de los primeros grandes pensadores y oradores? A los antiguos filósofos griegos les gustaba especialmente caminar mientras hablaban, enseñaban y colaboraban. De hecho, el fresco de Rafael «La Escuela de Atenas» representa a Aristóteles y Platón caminando mientras discuten los temas candentes del momento con sus seguidores, sosteniendo sus libros, que sin duda contienen las primeras notas de las reuniones. Tampoco es casualidad que a los seguidores de Aristóteles se les llamara la Escuela Peripatética (que significa el que camina habitual y extensamente, el nombre vincula el pensar con el caminar). Y estaban los sofistas, filósofos que iban de ciudad en ciudad dando charlas a públicos ávidos de información y nuevas ideas.
No cabe la menor duda de que el proceso de caminar (y conectar con la gente con la que caminas) aumenta el pensamiento creativo, y hoy en día puede conducir a un mejor compromiso de los empleados al romper las barreras entre supervisor/subordinado o entre compañeros de trabajo. (Y, por supuesto, la experiencia de caminar codo con codo con tu jefe hace que la conversación sea más igualitaria y libre, que si te sientas en una oficina alrededor de una mesa con tu jefe a la cabeza).
Volviendo a Aristóteles… él era muy consciente de la importancia de tomar notas en las reuniones y apuntar ideas. Llevaba siempre consigo su fiel cuaderno de notas en sus paseos y charlas, y esa es una consideración importante antes de emprender una reunión a pie: ¿cómo tomar notas en movimiento? Obviamente, las reuniones a pie (¿o deberían ser «Reuniones«?) no son la ocasión para llevar tu cuaderno y bolígrafo favoritos. Es mejor mantener el flujo de ideas y el diálogo libre y creativo. (Por supuesto, si se te viene a la cabeza «la próxima gran cosa» y te preocupa que se te olvide, anota lo esencial en una aplicación de smartphone, o prueba una grabadora de notas de voz).
Entonces, ¿hasta qué punto puede ayudar la tecnología en las Reuniones a pie/Reuniones móviles/Reuniones sobre la marcha? ¿Y si pudieras organizar reuniones a pie y tomar notas sólo con un «dispositivo inteligente»? ¿Lo harías? (Esto podría ser una solución para aquellas almas que tienen «separación del iPhone«, y no les gusta estar lejos de sus escritorios y del contacto electrónico durante mucho tiempo).
La necesidad de soluciones elegantes y discretas es algo con lo que Arthur Holm está familiarizado. Para crear soluciones inteligentes para compartir y colaborar (y eliminar los dispositivos externos), la gama DynamicShare integra un intuitivo sistema de colaboración audiovisual para compartir participantes en la sala de reuniones.
¡Cuánto falta para que este galardonado sistema pueda ser 100% portátil y utilizarse para reuniones al aire libre! Mientras tanto, consulta la página DynamicShare aquí:
http://www.arthurholm.com/product-family/signal-distrubution-and-selection/
Pero hasta el día en que la tecnología empiece a integrarse más en las reuniones a pie, quizá lo mejor sea simplemente «ser». Disfrutar de ser humano y libre sin impedimentos*. Camina, reúnete, disfruta, habla, piérdete en los pensamientos y la energía creativos que empezarán a desplegarse cuando empecemos a movernos, pensar e interactuar lejos del entorno de la oficina.
*Algunos aficionados famosos a la reunión andante: Aristóteles, Platón, Goethe, Charles Darwin y Dickens, Beethoven, Steve Jobs, Barack Obama (con Angela Merkel arriba), Mark Zuckerberg.
