Ahora que Silvester Stallone acaba de anunciar que rodará «Demolition Man 2», es un buen momento para recordar la sala de reuniones del malvado Dr. Cocteau. Rodada en 1993, la película imaginaba el futuro en el año 2032 y mostraba una serie de acontecimientos muy adelantados a su tiempo: el uso de tabletas, videoconferencias celebradas en una sala de reuniones ocupada por tótems con caras flotantes que se movían para seguir al orador mientras se conectaba a un consejo remoto, coches autoconducidos o el GPS integrado en todos los vehículos. «Demolition Man» imaginó, ya en los años 90, la tecnología en movimiento, las reuniones a distancia y las soluciones de videoconferencia.
A principios de los años 2000, Albiral ya apostaba por la tecnología en movimiento. Al principio eran monitores CRT motorizados. Los monitores no giraban sobre un eje y no se adaptaban a la posición del orador, sino que aparecían y desaparecían dentro de la mesa de reuniones.
Y en 2004 Albiral registró su primera patente: un sistema vertical y motorizado de elevación y retracción de pantallas planas, ya que las pantallas planas estaban sustituyendo progresivamente a la tecnología CRT.
Más tarde, en 2013, justo 20 años después del estreno de la película, Arthur Holm desarrolló su Dynamic3: el primer monitor motorizado que giraba 180 grados sobre un eje de rotación y permitía a los usuarios trabajar con la pantalla en distintas posiciones.
En el año 2020, cuando estamos a doce años de distancia de las predicciones de «Demolition Man», la Dynamic4 de Arthur Holm tiene similitudes conceptuales con la tecnología utilizada por el Dr. Costeau. No es exactamente igual, pero tampoco estamos tan lejos. Los monitores tienen cámaras, aparecen cuando es necesario y se mueven para adaptarse al número de asistentes a la reunión y a la forma de la mesa. La tecnología se mueve, se adapta al usuario y así consigue captar la atención de los asistentes a la reunión, tanto de los que están presentes como de los que asisten a distancia. Cada monitor tiene una cámara integrada y el sistema añade altavoces, micrófonos, conectividad USB y HDMI, y una CPU integrada para que pueda instalarse cualquier plataforma de colaboración.
¡Estamos impacientes por ver qué aspecto tendrá la sala de reuniones de «Demolition Man 2»!
